Despertó esperanzas una posible reunión entre el régimen y la oposición.
El principal partido de oposición en Birmania (actual Mianmar) anunció ayer que su líder, Aung Sang Suu Kyi, podría examinar "en forma positiva" una oferta para reunirse con el número uno del régimen.
Por su parte, la ONU calificó de inaceptable la situación por la que atraviesa el país asiático.
La posibilidad de una reunión entre el general Than Shwe y la opositora birmana, premio Nobel de la Paz, se produjo una semana después de la violenta represión por parte de los militares de un movimiento de protesta popular que desencadenó la condena mundial.
El jueves por la noche la televisión estatal birmana sorprendió al anunciar que el número uno de la junta militar aceptaría entrevistarse personalmente con Suu Kyi si ésta abandonaba su política de "confrontación" y apoyo a la política
occidental de "sanciones".
El viernes un portavoz de la Liga Nacional para la Democracia (LND) dijo que Suu Kyi, en arresto domiciliario desde 2003, podría examinar esa oferta "en forma positiva", si bien la decisión final sólo le corresponde a ella.
Posición de la ONU
El enviado especial de la ONU para Birmania, Ibrahim Gambari, advirtió ayer a la Junta Militar que gobierna ese país que la represión que desató contra las manifestaciones pacíficas tiene repercusiones internacionales.
En su primer sobre la situación Gambari dijo que permanece "confuso" respecto a si las autoridades responderán a las peticiones de que liberen a todos los detenidos en la ola de represión y que inicien un proceso de reconciliación nacional.
"El mundo no es el mismo que hace 20 años y ningún país puede darse el lujo de actuar fuera de las normas por las que se mide a todos los miembros de la comunidad internacional", apuntó.
Gambari advirtió de que "a no ser que el Gobierno abra y amplíe el proceso que debe definir el futuro de Mianmar", las exigencias en favor de la democratización del país seguirán.
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