Birmania: calma a punta de pistola | ||||||
Miles de monjes arrestados en la principal ciudad birmana, Rangún, serán trasladados a prisiones en el extremo norte del país, según informaron a la BBC fuentes de una milicia apoyada por el gobierno.
Los monjes lideraron las protestas pero ahora están retenidos en un estadio abandonado y en un instituto técnico. Están en grilletes y sin ropa y hay informes de que rehúsan aceptar comida de sus captores, según declararon portavoces de la milicia al servicio brimano de la BBC Mientras, miles de soldados fuertemente armados patrullan las calles de Rangún, evitando que se produzcan nuevas protestas contra la junta militar. Los soldados paran a gente joven en la calle y en autos, buscando cámaras que puedan utilizarse para sacar imágenes al exterior, y las conexiones de internet y los teléfonos celulares siguen bloqueados, según corresponsales en el país.
Esperanza
Por otro lado, el enviado especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, se reunirá finalmente este martes con el jefe máximo del gobierno birmano, el general Than Shwe. El emisario había logrado hablar en la noche del sábado con algunos miembros del gobierno, pero todos ellos de rango inferior. Posteriormente se reunió con la jefa de la Liga Nacional por la Democracia (LND), Aung San Suu Kyi, luego de una autorización especial de la junta militar, ya que la dirigente continúa bajo arresto domiciliario. Las autoridades afirman que 10 personas han muerto durante las casi dos semanas de protestas pero diplomáticos y activistas de derechos humanos aseguran que el número de fallecidos es mucho mayor. Calma
En Rangún, la mitad de las tiendas volvieron a abrir este lunes y los compradores eran superados en número por las fuerzas de seguridad, y los cafés de Internet permanecían cerrados. Un periodista en esa ciudad, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a su seguridad, afirmó que la gente estaba demasiado asustada para manifestarse mientras haya tantos soldados en las calles ya que han comprobado que están dispuestos a disparar contra monjes, mujeres y niños. Pero aseguraron que las protestas continuarán.
Según el embajador británico en ese país, Mark Canning, "aparentemente la situación es bastante normal por ahora; el tráfico parece que fluye y hay muchos militares en lugares menos visibles". "Es obvio que, por el momento, han conseguido desactivar las protestas en las calles", añadió. Misión
Fuentes diplomáticas en Rangún aseguran que China, el país con la mayor influencia sobre los generales birmanos, está presionando para que su misión se extienda. Estados Unidos y la mayoría de los países occidentales han condenaron los hechos, así como la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), en la que la junta birmana ocupa un asiento.
Mientras tanto, este domingo llegó a Birmania un enviado del gobierno de Japón para pedir una investigación en torno a la muerte de un reportero de ese país durante los hechos del jueves pasado. El fotógrafo Kenji Nagai es visto también en un video difundido a través de internet, en momentos en que un soldado le dispara de cerca y se desploma sin vida, al tiempo que las fuerzas birmanas dispersaban las protestas de Rangún. |
1/10/07
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