Las autoridades quieren que Aung San Suu Kyi abandone la política de "confrontación".
El principal partido de la oposición en Birmania, la Liga Nacional para la Democracia, dijo que la junta militar no debe imponer condiciones para sentarse a la mesa de diálogo con la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
La semana pasada, las autoridades birmanas anunciaron que están dispuestas a dialogar con su archienemiga política si ella retira su apoyo a las sanciones internacionales que pesan sobre el gobierno y abandona su actitud de "confrontación".
Las calles de Rangún tras las protestas
Sin embargo, en el primer comunicado que divulga desde que se conoció la oferta, la oposición no descarta la posibilidad de sostener conversaciones porque "el deseo de alcanzar el éxito es demasiado importante".
Según Jonathan Head corresponsal de la BBC para el Sudeste de Asia, la condiciones de aislamiento en que se encuentra Aung San Suu Kyi han hecho que sea su partido y no ella directamente el que reaccione al ofrecimiento de diálogo.
Tras Gambari
La designación de un "mediador" -el general retirado Aung Kyi, actual viceministro de Trabajo- se conoció luego de la visita al país de un enviado especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, lo que se interpretó como una concesión de la junta a la comunidad internacional.
¿Ha hecho concesiones la junta militar a la comunidad internacional tras las protestas?
Como recuerda Head, Aung Kyi es visto como una de las figuras gubernamentales "más accesibles" y capaz de "relacionarse con la comunidad internacional de una manera más fluida que otros ministros".
El viaje de Gambari tuvo lugar en los días siguientes a la intervención militar para poner fin a las multitudinarias protestas, que se saldaron con al menos 10 muertos, aunque gobiernos occidentales estiman que la cifra de víctimas fatales es mucho mayor.
Además, miles de opositores, liderados por monjes budistas, fueron arrestados cuando las tropas recurrieron a la fuerza para acabar con las pacíficas marchas.
¿Táctica dilatoria?
Este martes, un diplomático birmano declaró a la BBC que el "vergonzoso" trato dado a los religiosos durante los incidentes de fines de septiembre lo forzaron a renunciar a al cargo que desempeñaba la embajada de Birmania en Londres.
Las protestas multitudinarias fueron lideradas por monjes budistas.
Ye Min Tun, funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores durante los últimos 10 años, aseguró que los generales de Birmania ignoraron los deseos del pueblo de que la junta militar negocie con la oposición.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7036000/7036013.stm
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