Sábado 6 de Octubre, 2007 2:40 GMT
Por Aung Hla Tun
RANGUN (Reuters) - La puerta para las negociaciones entre el Gobierno militar de Myanmar y la detenida activista por la democracia Aung San Suu Kyi parecía estar abierta el sábado, mientras potencias occidentales aumentaban la presión sobre el régimen para que inicie el diálogo con la oposición.
Nyan Win, portavoz de la Liga Nacional por la Democracia de Suu Kyi, que inicialmente rechazó la oferta de la junta catalogándola de irreal, dijo el sábado que podría abrir la puerta al diálogo.
"Podemos decir que es una mejora significativa de la situación anterior. Ellos nunca se han comprometido a conversar con ella," señaló Nyan Win.
El general Than Shwe, quien indignó al mundo al enviar soldados para reprimir manifestaciones pacíficas lideradas por monjes budistas, ha ofrecido negociaciones directas si Suu Kyi abandona la "confrontación" y su apoyo a las sanciones y a la "devastación."
Analistas en Myanmar advirtieron a los optimistas que las esperanzas de cambio han sido frecuentemente frustradas en el pasado durante los 45 años de ininterrumpido Gobierno militar, marcados por la matanza por parte del Ejército de 3.000 personas en un levantamiento de 1988.
Dos años después, la Liga Nacional por la Democracia obtuvo una victoria electoral arrolladora que los generales ignoraron. Suu Kyi ha pasado detenida 12 de los últimos 18 años.
El plan de realizar una jornada mundial de protestas contra la represión de las manifestaciones pro democráticas no logró una gran convocatoria el sábado en Asia, aunque 1.500 personas marcharon en el centro de Londres.
Un acto en Tokio fue cancelado y otro en Bangkok atrajo sólo unas 100 personas. Decenas de monjes budistas y mujeres se manifestaron fuera de las embajadas de Myanmar y China en Dacca, la capital de Bangladesh.
En Australia, 250 exiliados principalmente birmanos marcharon a la Casa de la Opera de Sidney y 200 se reunieron en Melbourne.
"Estamos unidos en oposición a la dictadura militar en Birmania. Ya es hora de que el régimen inicie la reconciliación," dijo el organizador de Sidney, Maung Maung Than.
IMAGENES DE SUU KYI
Después de un informe al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre su visita de cuatro días a Myanmar, el enviado especial Ibrahim Gambari dijo que vio "una oportunidad" para posibles charlas entre la junta y Suu Kyi, quien se reunió dos veces con éste en Rangún, donde permanece bajo arresto domiciliario.
"A partir de mi propia conversación, ella parece estar muy ansiosa por tener un diálogo adecuado," siempre y cuando no hayan condiciones previas, sostuvo Gambari.
No ha habido noticias de Suu Kyi, de 62 años, quien está detenida sin teléfono y necesita un permiso oficial para recibir visitas, el que le es otorgado en pocas oportunidades.
Sin embargo, en lo que pareció ser otra medida que busca desviar la ira internacional, la televisión estatal mostró la noche del viernes imágenes de Suu Kyi por primera vez en cuatro años.
La televisión se refirió a ella respetuosamente como "Daw Aung San Suu Kyi," un cambio respecto de la antigua práctica de retirar el nombre de su padre, Aung San, para eliminar su relación con el héroe de la independencia del país.
Periódicos oficiales citaron el sábado a un funcionario de alto rango de la junta diciendo al enviado de la ONU que "los grupos contra el Gobierno deberían ceder y ajustar sus políticas."
Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, que están presionando por sanciones más severas contra el régimen, hicieron circular el borrador de una declaración del Consejo de Seguridad que exige que la junta libere a los detenidos políticos y converse con la oposición.
La declaración no tiene fuerza legal, pero si un texto duramente redactado es aprobado por China, hasta ahora el aliado más cercano de Myanmar en el Consejo, enviaría un poderoso mensaje al Gobierno militar birmano.
Paulo Sergio Pinheiro, secretario especial de la ONU para los Derechos Humanos en Myanmar, dijo que tenía esperanzas en una acción internacional, dado el fuerte consenso en el Consejo de Derechos Humanos, donde incluso China y Rusia acordaron una resolución de condena.
A Pinheiro se le ha negado una visa para visitar Myanmar durante cuatro años, pero él sostuvo que aún espera viajar al país y que había señales positivas, pese a la resistencia de China y Rusia en contra de una medida por parte del Consejo de Seguridad.
"No puedo garantizar que algo positivo sucederá, pero creo que estamos viviendo un momento en el que las cosas están avanzando y quizás esa famosa 'comunidad internacional' tenga algún efecto," agregó.
La junta dice que 10 personas fueron asesinadas en la represión, pero Gobiernos occidentales dicen que la cifra probablemente sea mucho mayor.
"Creemos que ha habido muchas más muertes de lo que el régimen admite," aseveró el primer ministro británico, Gordon Brown.
"Y tenemos gran preocupación por cientos, posiblemente miles, de monjes, religiosas y otras personas que simplemente han desaparecido," añadió.
Brown se reunió con una delegación de activistas a favor de la democracia en Myanmar, como parte de una jornada mundial de protestas.
"Deseo que la UE imponga más sanciones contra el régimen para que quede absolutamente claro que no toleraremos los abusos que han ocurrido," dijo ante la delegación.
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