22/10/07
EEUU reclama que se permita el regreso a Birmania de enviado especial ONU
El embajador de EEUU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, reclamó hoy a Birmania (Myanmar) que permita 'cuanto antes' el regreso a ese país del enviado especial del organismo, Ibrahim Gambari, para que facilite el diálogo entre la Junta Militar y la oposición.
'La represión continúa y es urgente que se permita la entrada del señor Gambari a Birmania de cara a facilitar el proceso de reconciliación y la transición hacia el nuevo orden que Birmania necesita, para que se convierta en un lugar normal', declaró hoy Khalilzad en un encuentro con la prensa tras una reunión del Consejo de Seguridad.
El diplomático instó a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), y a todos los países con influencia en Birmania a pedir que se permita el regreso del enviado especial antes de finales de noviembre, que es el marco temporal hasta ahora mencionado por Rangún.
'Es una opinión que muchos de nosotros (en el Consejo) compartimos, y apreciamos la intervención del secretario general y de los países de la zona para que el señor Gambari regrese cuanto antes', afirmó.
Khalilzad indicó que la Junta Militar debe dar libertad de movimiento a la líder opositora Aung San Suu Kyi, que se encuentra en arresto domiciliario desde 2003, para que se pueda realizar el diálogo que la comunidad internacional reclama.
'Tiene que haber acceso a las prisiones y darse la liberación de los presos, y el señor Gambari puede ayudar en todas estas cosas. La clave es el diálogo, la reconciliación y el inicio de una transición', agregó.
Singapur, que el 21 de noviembre acogerá la Cumbre de Asia Oriental, anunció hoy que esa reunión tendrá como punto principal de su agenda la crisis birmana y el modo de apoyar la misión de Gambari.
A la Cumbre de Asia Oriental asistirán los miembros de la ASEAN (Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam y Birmania), además de China, India y Corea del Sur.
El pasado sábado, la Junta Militar birmana anunció el levantamiento del toque de queda declarado en septiembre, después de detener a al menos 3.000 personas por su relación con las manifestaciones en favor de la democracia.
Sin embargo, el domingo el régimen militar instó a Suu Kyi a que dejara de pedir a la comunidad internacional que siguiera manteniendo sanciones económicas a Birmania si quería aceptar la oferta de diálogo de los militares.
Suu Kyi lidera desde su detención domiciliaria la Liga Nacional por la Democracia, partido que en 1990 ganó las elecciones parlamentarias, cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los general.
Terra Actualidad - EFE
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