Ante la inminencia del endurecimiento de las sanciones internacionales, la junta militar que gobierna Myanmar (ex Birmania) volvió a pedir hoy concesiones a la líder opositora Aung San Suu Kyi antes de posibilitar el diálogo político.
Rangún.-“Tía Suu, deberías comprender la naturaleza de renunciar a algo para obtener otra cosa diez veces más valiosa y beneficiosa”, dice el editorial publicado hoy en el diario oficial bajo el nombre de Chan Mya Aye, presumiblemente falso, y difundido por la prensa oficial.
En Rangún comenzó a mediados de septiembre un movimiento de protesta de los monjes. Decenas de miles se manifestaron pacíficamente contra aumentos de precios y la junta militar, hasta que actuó el Ejército. Según los disidentes, la represión de las pacíficas protestas causó la muerte de unas 200 personas y desde entonces miles han sido detenidas en redadas nocturnas.
La mediación de la ONU que siguió a los disturbios para lograr el diálogo entre la junta y la oposición se estancaron cuando los militares reclamaron a Aung San Suu Kyi que retire su apoyo a las sanciones internacionales contra el dictatorial régimen que gobierna Myanmar desde 1962. La Liga Nacional para la Democracia de Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz 1991 y cumpliendo su tercer arresto domiciliario desde 1988, rechazó esta condición para iniciar el diálogo político.
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