Octubre 03, 2007
BANGKOK | AFP-EFE
Faltan alimentos.
Entre 1.000 a 1.700 personas arrestadas la semana pasada durante la represión de manifestaciones antigubernamentales en Birmania fueron trasladadas a un campus universitario de Rangún donde permanecen recluidas, informaron ayer un responsable birmano y otro de la Naciones Unidas.
Los detenidos, entre ellos unos 500 monjes budistas, 200 mujeres y monjes novicios, uno de los cuales tiene menos de 10 años, están presos en el Instituto Técnico Gubernamental de Rangún, dijo el representante de Birmania bajo anonimato.
El responsable birmano precisó que los monjes estaban recluidos en un almacén sin ventanas donde habían sido obligados a quitarse las túnicas. Según la misma fuente, muchos de los monjes budistas rechazaron la comida que les trajeron las fuerzas de seguridad.
Tony Banbury, director para Asia del Programa Mundial del Alimentos de las Naciones Unidas, advirtió ayer que por falta de recursos y por la dificultad para el paso de los convoyes por el toque de queda, recortarán la distribución de comida en Birmania.
Desde el año pasado, el PMA trabaja en ese país para asistir a unas 500.000 personas, sobre todo niños, madres y enfermos de sida y tuberculosis de las zonas más aisladas.
En tanto, después de una humillante espera de tres días, el enviado especial de las Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, abandonó ayer Birmania sin dar a conocer el resultado de sus conversaciones con el máximo jefe de la Junta Militar, general Than Shwe, y su principal cautiva, la Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
3/10/07
Monjes, niños y mujeres presos en Birmania
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