Optimismo en Birmania por el diálogo entre los militares y la líder opositora

PABLO M. DÍEZ CORRESPONSAL ABC.es

PEKÍN. Puede que las decenas de muertos que dejó a finales de septiembre la «Revolución Azafrán» no hayan sido en vano. Tras el feroz aplastamiento de dicho levantamiento, la autoritaria Junta militar que dirige Birmania desde 1988 ha respondido a las presiones de la comunidad internacional y ha abierto un proceso de diálogo con la oposición.
Dando por buena la mediación del enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, el Gobierno de Myanmar (nombre oficial de Birmania) permitió ayer a la principal líder de la oposición, la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, reunirse con varios miembros de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND). Para ello, Suu Kyi, hija de uno de los generales mártires de la independencia birmana, salió del arresto domiciliario en el que ha vivido 12 de los últimos 18 años.
Por primera vez desde 2003, la «Dama» -como es respetuosamente conocida- se encontró con sus correligionarios y, según explicó después el portavoz de la LND, Nyan Win, se mostró «optimista» ante la negociación con el Gobierno porque piensa que «las autoridades tienen la voluntad de alcanzar la reconciliación nacional».
Cerrar las heridas
En este sentido, Aung San Suu Kyi ha abogado por «iniciar el proceso para cerrar las heridas» y se ha mostrado dispuesta a cooperar con la Junta militar para llevar la paz a este paupérrimo y aislado país del Sureste Asiático. Así se lo manifestó el jueves al emisario de la ONU, Ibrahim Gambari, y así se lo hizo saber también ayer al ministro de Trabajo birmano, Aung Kyi, quien ha sido designado como el representante de la Junta militar en estas negociaciones.
El hombre fuerte del régimen, el general Than Shwe, se ha avenido a dialogar con Aung San Suu Kyi con la condición de que ésta deje de apoyar las sanciones internacionales y el embargo contra Birmania. Se abre, por tanto, una puerta a la esperanza para los birmanos después de que los venerados monjes budistas encabezaran las multitudinarias manifestaciones contra la política represora del Gobierno y la tremenda subida de los carburantes decretada el pasado mes de agosto