Continúan detenciones masivas y torturas en Birmania: AI

El Universal/Londres, Inglaterra
09 NOVIEMBRE 2007

Envía Amnistía Internacional a las autoridades birmanas una carta en la que enumera los graves y continuos abusos perpetrados en ese país desde el pasado 26 de septiembre

Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que la Junta Militar de Birmania (Myanmar) sigue practicando detenciones masivas y torturas, entre otras violaciones de derechos humanos.
En un comunicado difundido desde su sede en Londres, AI afirma haber enviado a las autoridades birmanas una carta en la que enumera los "graves y continuos" abusos perpetrados en ese país desde el pasado 26 de septiembre. En esa fecha, el Ejército birmano comenzó el aplastamiento de las manifestaciones pacíficas que desafiaban a la dictadura.

"Detenciones arbitrarias generalizadas, secuestros, palizas y torturas bajo custodia y desapariciones forzadas claramente refutan cualquier alegación del Gobierno de Birmania de estar volviendo a la normalidad" , afirma la organización pro derechos humanos.

Amnistía critica a la Junta Militar antes de la visita que efectuará la próxima semana al país asiático el relator especial de la ONU sobre Birmania, el brasileño Paulo Sergio Pinheiro.

"En vez de protestar por una interferencia en su soberanía -subraya AI-, las autoridades de Birmania deben cumplir sus promesas de `cooperación total` con la ONU" . La organización pide al Ejecutivo birmano que facilite a Pinheiro una "lista completa de todos los detenidos y sentenciados" tras el inicio de la represión el pasado septiembre.

Desde entonces, las autoridades birmanas admiten 10 muertos y casi 3.000 personas detenidas, de las que dicen haber puesto en libertad a la gran mayoría, pero la disidencia calcula unas 200 personas murieron y más 6.000 fueron detenidas.

Birmania está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió de forma abrumadora ante la formación de la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi. Sin embargo, los generales jamás han reconocido los resultados de esos comicios.