19/11/07

La UE confirma el endurecimiento de las sanciones contra Birmania


Los ministros de Asuntos exteriores exigen además la liberación de los presos políticos

La UE ha confirmado hoy el endurecimiento de las sanciones que pesan sobre Birmania (Myanmar) debido a "la seriedad de la situación actual", que afecta a varias personalidades a las que se les deniega el visado para entrar en Europa, se extiende a los sectores económicos del país asiático en el que no podrán invertir las empresas europeas y también la exportación por parte de éstas de equipamiento industrial, particularmente la minera.

Asimismo, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) han pedido al régimen birmano que libere a los presos políticos y a los detenidos durante las últimas protestas y que ponga en marcha "medidas concretas" para una apertura democrática.

Los ministros han acordado una posición común que enmienda las disposiciones ya existentes y que, en primer lugar, extiende la lista de personas sujetas a una prohibición de visado y a las que se congelarán los activos. De la misma manera se extiende el ámbito de aplicación de la prohibición de las compañías europeas de invertir en empresas estatales birmanas, de manera que ahora la restricción comprende "empresas controladas por el régimen o por personas asociadas" a él. Las medidas afectan a un total de 1.206 empresas birmanas, según fuentes comunitarias.

Según las conclusiones adoptadas este lunes por el Consejo, se introducen "medidas adicionales" destinadas a "las fuentes de recursos del régimen, incluidos en sectores donde los abusos de los Derechos Humanos son comunes". Los Veintisiete han insistido en que la Unión está dispuesta a apoyar al país asiático si inicia "un proceso de transición".

En tanto, representantes de la Junta birmana han viajado a Singapur para participar en la cumbre presidencial de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), donde defenderán su posición tras la violenta represión ejercida en las manifestaciones prodemocráticas, encabezadas por los monjes birmanos, que se produjeron a finales de septiembre.

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