Foto archivo infobae
El emisario de la ONU, Ibrahim Gambari, continúa con su ronda de contactos
El Financiero en línea
Bangkok, 7 de noviembre.- Nuevos grupos de activistas a favor de la democracia han comenzado a realizar pequeños actos de protesta en un nuevo desafío a la Junta Militar de Birmania, donde el emisario de la ONU, Ibrahim Gambari, continúa con su ronda de contactos.
Una organización autodenominada "Generation Wave" distribuye desde hace varios días panfletos antigubernamentales en Rangún para intentar reavivar el espíritu de libertad que acompañó a las manifestaciones lideradas por los monjes budistas a finales del pasado septiembre, informó hoy la emisora de radio Mizzima.
Sus miembros reparten en el centro de la mayor ciudad del país octavillas con las siglas "CNG" (en inglés, "Change New Government, cambio a un nuevo Gobierno) o "FFF" ("Freedom From Fear", libres del miedo) y poemas de Min Ko Naing, un activista que participó tanto en las últimas marchas como en las de 1988 y permanece encarcelado desde mediados de octubre.
Además, la plataforma "Comité Coordinador del Movimiento Popular de Rangún" ha quemado ejemplares del diario "Myanma Ahlin", uno de los órganos de propaganda del régimen y colocado en las vallas de algunas casas carteles con el lema "Than Shwe -el jefe de la Junta Militar- es un mentiroso".
El grupo "Luchadores por la Libertad" ha optado por colgar ropas de religiosos budistas en lugares públicos para que los ciudadanos no olviden a los monjes que encabezaron las protestas que finalmente fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Mientras tanto, Gambari continuará hoy con su serie de reuniones en la capital administrativa de Napydaw pese a que ayer no logró entrevistarse, tal y como tenía previsto, con la líder opositora y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario desde el 2003.
El enviado especial de las Naciones Unidas informó del aplazamiento de su cita con Suu Kyi a los diplomáticos extranjeros acreditados en Birmania.
Gambari, en principio, concluye hoy su visita, pero no descarta ampliarla para intentar conseguir resultados satisfactorios dentro de la misión que le ha encomendado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Por el momento, le ha sido negado un encuentro tripartito con Suu Kyi y el ministro de Trabajo, Aung Kyi, designado hace un mes como "enlace" entre la líder de la oposición y el régimen, y todavía se desconoce si podrá verse las caras con Than Shwe, con quien sí pudo hablar en la última jornada de su anterior estancia en el país.
El diplomático nigeriano se ha entrevistado con ministros birmanos, miembros de grupos étnicos y representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja, organismo que ha solicitado a la Junta Militar acceso a las personas arrestadas a partir del pasado 26 de septiembre, cuando los soldados comenzaron a sofocar las manifestaciones que desafiaban a la dictadura.
Desde entonces, las autoridades admiten 10 muertos y casi 3,000 personas detenidas, de las que dicen haber puesto en libertad a la gran mayoría, pero la disidencia calcula unas 200 personas murieron y más 6,000 fueron detenidas.
Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la coalición opositora encabezada por Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los generales. (Con información de EFE/GCE)
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