2/5/09

La oposición exige una amnistía para tomar parte en las elecciones

  1. El partido de Aung San Suu Kyi cree que la Junta solo quiere perpetuarse
  2. La LND también reclama a los generales cambios en la nueva Constitución
 Niños en Twantay. Foto:  AP / KHIN MAUNG WINNiños en Twantay. Foto: AP / KHIN MAUNG WIN

No les va a ser fácil a los generales birmanos lograr su objetivo de legitimar el régimen en las urnas. La única formación de la oposición, la Liga Nacional por la Democracia (LND) de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, puso ayer sobre la mesa sus exigencias para participar en las elecciones previstas para el año que viene.

La primera condición es la puesta en libertad de la líder opositora --bajo arresto domiciliario desde el 2003--, así como la excarcelación incondicional de todos los presos políticos, cuya cifra se estima que asciende al menos a 2.200.

En una declaración leída por un portavoz de la LND en Rangún tras la celebración --bajo estricta vigilancia-- del congreso de la formación, los opositores reclaman asimismo que se enmienden las cláusulas de la nueva Constitución "no conformes con los principios democráticos", así como garantías de que los comicios serán "libres y honrados" y se celebrarán bajo supervisión internacional.

MAQUILLAJE FRUSTRADO

Nada indica que el hermético régimen encabezado por el general Than Shwe tenga la más mínima intención de impulsar una apertura de este calibre. La postura de la oposición más bien parece la puntilla para la operación de maquillaje democrático de la Junta Militar, iniciada ya con mal pie con la aprobación en referendo de la nueva Constitución apenas una semana después del paso del ciclón Nargis. Oficialmente, el 92% de los votantes dieron su apoyo a una Carta Magna cuya razón de ser, en palabras del presidente de la LND, Aung Shwe, es "perpetuar el régimen militar" que gobierna el país desde 1962.

La última vez que Birmania celebró elecciones, en 1990, la Junta se negó a reconocer el aplastante triunfo de la oposición, que logró más del 82% de los votos. Desde entonces, la LND y su líder son objeto de una persecución implacable, y toda protesta, como la de los monjes budistas en el 2007, es reprimida con dureza.

La gestión de la catástrofe del ciclón por parte de los generales, marcada por la ineficacia y el bloqueo en la frontera de la ayuda y los cooperantes internacionales durante semanas, tampoco ha contribuido al crédito de la Junta Militar en el mundo, donde China sigue siendo su gran valedor. El lunes, la Unión Europea renovó por un año las sanciones a Birmania, aunque se mostró dispuesta a modularlas según como evolucione la situación. EEUU también ha hecho saber que no se plantea retirar las suyas.

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