Las autoridades levantaron oficialmente el arresto domiciliario de la laureada con el Nobel de la Paz el martes, un día antes de que expirara, después de seis años, pero sigue detenida mientras continúa el juicio por las acusaciones de que violó los términos del arresto domiciliario, unos cargos que ella ha negado.
Suu Kyi afronta una pena de hasta cinco años de prisión si es declarada culpable de permitir a un ciudadano estadounidense quedarse en su casa durante dos días a principios de mayo.
'El arresto domiciliario ha sido levantado, pero sigue bajo detención', dijo a la prensa Nyan Win, uno de sus abogados, tras la sesión del martes en la famosa prisión de Insein, en Yangón. 'No sé si estar contento o lamentarlo'.
En su primera comparencia desde que comenzó el juicio hace una semana, Suu Kyi dijo que el intruso, el estadounidense John Yettaw de 53 años, llegó a su hogar en Rangún en la mañana del 4 de mayo tras cruzar a nado el lago Inya.
'Sólo le permití quedarse un rato', declaró.
Yettaw, quien argumentó que soñó que la vida de Suu Kyi estaba en peligro y fue a advertirle, se fue antes de la medianoche del día siguiente, agregó Suu Kyi. El estadounidense será juzgado por cargos separados. Está previsto que testifique el miércoles.
Al ser preguntada por el juez Thaung Nyunt si denunció el hecho a las autoridades, respondió: 'No, no lo hice'.
Sus abogados afirmaron que le permitió quedarse por razones humanitarias después de que le dijera que tenía calambres en las piernas por haber nadado tanto.
JUICIO 'CON GUIÓN'
Las autoridades de Myanmar presentaron su última justificación para el juicio, ampliamente condenado como una farsa para mantener a la líder de la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por su sigla en inglés) bajo arresto durante las elecciones que tendrán lugar el próximo año.
El general Myint Thein dijo que habían considerado liberar a Suu Kyi antes de que Yettaw se quedara en su casa y que ella 'le hablara y le entregara comida y alimentos'.
'Estas cosas infringen la ley existente y nosotros inevitable y lamentablemente tuvimos que tomar acciones legales en su contra', explicó a un grupo de diplomáticos y periodistas. El grupo pudo asistir al juicio el martes, la segunda vez que se realiza una sesión abierta desde que comenzó el 18 de mayo.
Un grupo de ex líderes mundiales y premios Nobel fundado por el sudafricano Nelson Mandela pidió la liberación de Suu Kyi.
'Estamos conmovidos por su coraje y dignidad. Muestra el mismo valor de Nelson Mandela, quien soportó 27 años en prisión', precisaron.
Suu Kyi, que ha pasado más de 13 de los últimos 19 años bajo algún tipo de detención, es uno de los más de 2.000 presos políticos en la antigua Birmania. En estos años ha pasado la mayor parte del tiempo en su residencia junto a un lago en Yangón, con el correo interceptado y las visitas limitadas.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Asia-Europa (ASEM, por sus siglas en inglés), reunida en Hanoi, pidió 'la pronta liberación de aquellos que están detenidos y el levantamiento de las restricciones sobre los partidos políticos'.
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