Este lunes se dio inicio en Rangún, la capital de Birmania, al juicio contra la líder opositora y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, por presuntamente violar las condiciones de su arresto domiciliario.
Las autoridades birmanas detuvieron el pasado jueves a Suu Kyi, después de que el estadounidense John William Yettaw la visitara en su residencia, a la que accedió atravesando a nado el lago que la rodea.
Decenas de partidarios de la líder opositora se congregaron en el exterior de la prisión de máxima seguridad de Insein, donde se celebra el juicio.
Suu Kyi ha pasado 13 de los últimos 19 años en la cárcel o bajo arresto domiciliario, y en este proceso podría ser condenada a entre tres y cinco años de prisión en caso de ser declarada culpable.
Todavía no está claro cuanto tiempo durará el juicio, que podría prolongarse varias semanas, ya que se espera que las autoridades birmanas hagan declarar a 22 testigos.
Junto a Suu Kyi, de 63 años, están siendo juzgadas las dos mujeres birmanas que la cuidan desde hace años y al estadounidense John William Yettaw.
Según algunos observadores, con este proceso la junta militar que gobierna Birmania quiere asegurarse que la líder opositora está en prisión cuando se celebren elecciones el próximo año.
Según la Constitución birmana, Suu Kyi debía ser liberada el próximo 27 de mayo, tras pasar 6 años consecutivos bajo arresto domiciliario.
El corresponsal de la BBC en Rangún, cuyo nombre permanece en el anonimato debido a que la prensa extranjera tiene denegada la entrada en Birmania, asegura que se ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad entorno al penal de Insein.
Sin presencia internacional
Decenas de partidarios de Suu Kyi y miembros de su partido, la Liga Nacional para la Democracia, se reunieron en una protesta pacífica en las inmediaciones de la prisión.
El gobierno birmano ha denegado la presencia en el juicio de diplomáticos de Alemania, Australia, Francia, Italia y Reino Unido, aunque habría autorizado la presencia del cónsul de Estados Unidos, posiblemente para que visitara a Yettaw.
Los abogados de Aung San Suu Kyi han informado que ésta se declarará no culpable de violar las condiciones de su arresto domiciliario, alegando que tan sólo permitió a John William Yettaw quedarse en su residencia porque éste dijo estar exhausto.
La casa de Suu Kyi es uno de los lugares más vigilados de Rangún, y los partidarios de la líder opositora creen que las autoridades militares permitieron que Yettaw llegara a ella a nado, ya que ya había intentado algo similar el pasado noviembre.
La mayoría de gobiernos occidentales han tachado de farsa el juicio contra la líder opositora.
El pasado viernes, el presidente de EE.UU. Barack Obama, extendió formalmente las sanciones contra Birmania.
Por otro lado, el representante de política exterior de la Unión Europea dijo este lunes que la organización debe considerar endurecer las sanciones contra el régimen birmano.
Por el momento no ha habido ninguna reacción de los dos principales vecinos de Birmania, China e India, ni de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que pertenece Rangún.
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