El primer ministro de Tailandia, Samak Sundaravej, aseguró hoy que los países occidentales critican en exceso al régimen de Birmania, país por el que afirma haber hallado un nuevo respeto tras su reciente visita.
Occidente 'dice que hay que mirar las dos caras de la moneda, pero ellos sólo ven una', dijo durante un programa de televisión dos días después de su viaje oficial a la nación vecina para promover los intereses de las empresas tailandesas.
Sundaravej trató este asunto durante su reunión con el jefe de la Junta Militar, general Than Shwe, quien le dio su visto bueno para que compañías de Tailandia -el tercer mayor inversor en el país tras el Reino Unido y Singapur- lleven a cabo ambiciosos proyectos en el sector energético y la posible construcción de un gasoducto entre Bangkok y Rangún.
El Gobierno tailandés respalda el borrador constitucional que será sometido a referéndum en mayo por el régimen y ha ofrecido ayuda a Birmania para paliar el efecto de las sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea, endurecidas tras la represión de las marchas a favor de la democracia del pasado septiembre.
La reacción a las protestas encabezadas por los monjes budistas causó 15 muertos, según el régimen, mientras la ONU eleva la cifra a 31 y la disidencia sitúa en cerca de 200 los muertos y unos 6.000 los detenidos.
Birmania está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones desde 1990, cuando el partido oficial fue derrotado de forma abrumadora por la coalición opositora de la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los generales.
Terra Actualidad - EFE
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