28/3/08

Naciones Unidas da un toque a la Junta Militar birmana

El Consejo por los Derechos Humanos se ha reunido hoy y condena que después de los disturbios de septiembre se siguen violando los derechos fundamentales en el país

PÚBLICO.ES/Reuters - 28/03/2008 19:18

Siete meses ha tardado el Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas en condenar la represión de la Junta Militar de Birmania a las marchas pacíficas de monjes budistas que pedían la llegada de la democracia al país. Esa represión ha sido calificada de "violación sistemática de los derechos fundamentales" por los miembros permanentes del Consejo, Inglaterra, Francia, China y Rusia, así como Estados Unidos que participa en calidad de observador.

La Unión Europea presentó dos resoluciones con el apoyo de todas las potencias occidentales en las que se detallaba que la violación de los derechos humanos ha persistido después de los sangrientos disturbios que terminaron con el anuncio por parte de la Junta de comenzar un proceso de transición a la democracia. El embajador de Eslovenia, Andrej Logar, representante de la UE, dijo en esta primera reunión del Consejo que "todavía hay muchas razones para estar preocupados" con respecto a lo que sucede en Birmania.

Naciones Unidas decidió sustituir al brasileño Pinheiro, hasta ahora observador independiente de la organización en Birmania, por el Argentino Tomás Ojea, del que se espera que visite lo más pronto posible el país para evaluar la situación actual. Pinheiro, después de su última visita en noviembre, entregó al Consejo un informe en el que se detallaba que durante la crisis de septiembre murieron al menos 31 personas y más de 4.000 fueron arrestadas. Su último informe hablaba de que las autoridades aún tienen detenidos a 1.850 presos políticos.

Birmania dice que se exagera todo

La resolución de la UE expresa su preocupación por la "violenta represión" de las manifestaciones y el fracaso del gobierno de Birmania para investigar y condenar a los culpables de las violaciones". Además, condena "la violación sistemática de los derechos humanos y de las libertades fundamentales del pueblo birmano, así como las constantes detenciones arbitrarias y la retención de un número tan alto de prisioneros políticos".

El representante de Canadá, Marius Grinius, que participa en el Consejo como colaborador de la UE, explicó su preocupación por los "continuos informes de las violaciones que cometen las autoridades birmanas contra su propio pueblo. Muchos de ellos siguen detenidos como la premio nobel de la paz Aung San Suu Kyi, principal líder de la oposición". Otros, añadió Grinius, "han sido acusados tan solo por defender la paz".

Por su parte, el representante de Birmania, Wunna Maung Win, dijo que la resolución de naciones Unidas sólo tenía "motivaciones políticas". "Se trata de una resolución intrusiva y en la que no se han tenido en cuenta aspectos positivos como la constitución que está en marcha".

La Junta Militaranunció tras las revueltas que el próximo mes de mayo tendría lista una constitución como preludio de las elecciones democráticas de 2010. "Al menos deberían tener en cuenta esta evolución", dijo Maung Win.

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