14/3/08

Miles de presos en Birmania

Por Alvaro de Cozar *

Desde Tailandia, Mae Sot

La llamada Revolución del Azafrán, comenzada hace unas semanas por los estudiantes y encabezada luego por los monjes budistas, fue ayer aplastada casi definitivamente por los soldados del jefe de la Junta Militar, Than Shwe, con la detención de cientos de personas.

La mayoría de los rebeldes que han protestado en las calles a favor de la democracia y contra las represalias de la dictadura han sido encarcelados. Los hombres de Than Shwe también están deteniendo a todas aquellas personas acusadas de colaborar con la disidencia o de pasar información a los medios occidentales a los que el régimen prohibió la entrada en la capital, Yangon (antes llamada Rangún).

En total, se calcula que unas 6000 personas pueden haber sido apresadas. Otras fuentes hablan de 2000 detenidos. Lo máximo que ha conseguido la diplomacia de la ONU es que Than Shwe tenga previsto reunirse con la Premio Nobel de la Paz y líder de Liga Nacional por la Democracia, Aung San Sunn Kyy. El anuncio fue hecho ayer en la televisión estatal de Birmania con la condición de que la activista abandone su “postura de confrontación contra el régimen”.

En Mae Sot, ciudad tailandesa fronteriza con Myanmar, algunos presos políticos insistían el jueves en que las protestas no terminarán hasta que haya democracia en el país. Algunos de estos presos señalaban que un número indeterminado de birmanos podría llegar a Tailandia huyendo de las represalias. Pese a la situación, el ambiente es “tranquilo, quizá demasiado para lo que está pasando”, aseguraba ayer un empresario occidental a este diario por teléfono. “Es raro. La gente no sale a la calle y todo parece demasiado en calma”, comentó.

Según esta fuente, muchos diarios están cerrando, las calles están vacías y la gente tiene miedo de comentar lo ocurrido. Para los ciudadanos que salieron a la calle y se unieron a las protestas, lo que ha ocurrido es una revolución aplastada por los militares con violencia y unos 300 muertos. La prohibición a la prensa de entrar en la capital ha supuesto que las imágenes sean contadas y que la presión internacional sobre la Junta Militar haya sido mínima.

Mientras la junta militar birmana esperaba ayer una respuesta de Estados Unidos, tras invitar a una representante de ese país a una reunión que se realizará hoy en el país asiático, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió sorpresivamente para debatir la situación de la ex colonia inglesa.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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