14/1/08

Una mujer herida al estallar una bomba en Rangún, la tercera desde el viernes

Una mujer resultó herida hoy al estallar un artefacto explosivo en una estación de trenes de Rangún, el tercer incidente de esta naturaleza que ocurre desde el viernes en Birmania (Myanmar), un país sometido a una dictadura militar desde 1962, según informaciones difundidas en los medios tailandeses.

La bomba, de escasa potencia, había sido colocada en el cuarto de baño de señoras de la parada.

El viernes pasado, una mujer falleció tras explosionar otra bomba en los aseos de la estación de trenes de Pyinmana, en Napydaw, la nueva capital del país construida a unos 400 kilómetros al norte de Rangún e inaugurada en noviembre de 2005.

El diario estatal La Nueva Luz de Myanmar informó hoy de la muerte de un rebelde en Rangún al estallar prematuramente el artificio que portaba cerca de un circo.

La deflagración ocasionó heridas a cuatro personas, que fueron atendidas en los centros sanitarios más próximos.

El citado rotativo acusó del suceso a la Unión Nacional Karen (UNK), la guerrilla de mayor capacidad militar de la región fronteriza con Tailandia que, hace dos años, estableció un alto el fuego con el Gobierno, que no ha sido respetado.

Ningún grupo armado de los que operan en el país se ha atribuido la autoría de alguna de las bombas.

Birmania vivió el verano pasado las protestas antigubernamentales pacíficas más grandes en una década, que encabezaron monjes budistas y que en Rangún llegaron a concentrar en una sola jornada más de cien mil personas.

El 25 de septiembre, las autoridades perdieron la paciencia y empezaron a arrestar gente y a disolver las marchas, al tiempo que acordonaban las pagodas que más apoyaban las protestas.

Según la ONU, 15 personas murieron en la represión y, de acuerdo con la Junta Militar, otras 3.000 fueron arrestadas y posteriormente puestas en libertad en su mayoría.

La disidencia denunció al menos 200 muertos y más de 6.000 detenciones.

Esta semana, un tribunal de justicia condenó a penas de entre ocho y tres años de prisión a trece activistas que tomaron parte en las manifestaciones.

La ONU, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, han pedido en numerosas ocasiones al régimen militar birmano que respete los derechos humanos y que inicie con el fin de restablecer la democracia el diálogo con la oposición, que encabeza la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario desde 2003.



Terra Actualidad - EFE

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