El primer ministro del Gobierno de Coalición Nacional de la Unión de Birmania (NCGUB), Sein Win, que se considera el gobierno en el exilio, fue el encargado de presentar el documento en una conferencia de prensa en la sede del organismo mundial.
Win aseguró que el programa suscrito por los once grupos supone la primera ocasión en que la oposición birmana se une en una plataforma política "unificada".
"A los militares, y a algunos países, les gusta señalar que la oposición está dividida. Ahora no lo podrán decir más", apuntó el líder opositor, que estuvo acompañado por el encargado de exteriores del NCGUB, U Bo Hla-Tint y el secretario general del Consejo Nacional de la Unión de Birmania (NCUB), U Maung Maung.
Los opositores señalaron que han hecho llegar su programa de transición al enviado especial de la ONU para Birmania, Ibrahim Gambari, así como a algunos de los países que siguen más de cerca la situación en el país asiático.
Su deseo es que la ONU haga llegar el documento a los líderes de la Junta Militar y les insté a que acepten la iniciativa de abrir un proceso de negociación, agregaron.
Entre los grupos que respaldan públicamente el plan no se encuentra la Liga Nacional por la Democracia (NLD), el partido opositor más importante, cuyo líder es la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
"La NLD se encuentra en el interior del país, no pueden respaldarnos oficialmente, pero no veo ninguna razón por la que no no estarían de acuerdo con este programa", apuntó Win.
Resaltó que el primer paso dentro del proceso de reconciliación nacional que impulsa la oposición debe ser la liberación de los cerca de 2.000 presos políticos del país, empezando por Suu Kyi.
El líder del NCGUB calificó de "farsa" el juicio que se sigue contra la Premio Nobel de la Paz por supuestamente infringir las condiciones del arresto domiciliario que cumple desde 2003.
El tribunal militar especial que procesa a Suu Kyi aplazó la semana pasada el anuncio del fallo hasta el 11 de agosto.
Los activistas opositores recalcaron que sin un diálogo con todas las fuerzas políticas, el plan de la Junta Militar de darle una pátina democrática a su régimen con unas elecciones en 2010 fracasará.
"Sin diálogo, no se podrá conseguir la estabilidad y el desarrollo económico que necesita el país", apuntó Sin.
Por su parte, Hla-Tint resaltó que la oferta de diálogo a los generales que gobiernan Birmania no tiene fecha de caducidad.
"Queremos que se les presenta esta oferta al régimen y que la aborden, para que Birmania sea una verdadera democracia y no un estado fallido", apuntó.
Birmania está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones desde 1990, cuando el partido oficial perdió frente a la LND de Suu Kyi, en unos comicios cuyos resultados nunca han sido reconocidos por los generales.
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