La líder de la oposición en Birmania (Myanmar), Aung San Suu Kyi, ha perdido peso, pero se encuentra en buen estado de salud, informó hoy su abogado, Kyi Win, después de que ésta pidiese el pasado 15 de agosto que no le enviasen más comida.
La Nobel de la Paz Suu Kyi, de 63 años y bajo arresto domiciliario desde 2003, comunicó a su letrado que se encontraba en buen estado, pero que estaba cansada y necesitaba reposar.
Kyi Win, que visitó a la opositora en su casa de Rangún, apuntó que ella no le confirmo que quisiese llevar a cabo una huelga de hambre.
El último día que enviaron comida para siete días a su casa en Rangún, en el sur de Birmania, fue el 15 de agosto y ella supuestamente indicó a los repartidores que no le llevasen más hasta nuevo aviso.
Su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), desconoce los motivos de esta decisión, pero han apuntado que podría tratarse de una huelga de hambre para exigir conversaciones directas con el Gobierno sobre las elecciones generales de 2010.
La Junta Militar tiene confinada a Suu Kyi en su vieja residencia de Rangún sin línea de teléfono ni internet y con las visitas controladas por los agentes que hay permanentemente en su calle.
El enviado especial de la ONU para Birmania, Ibrahim Gambari, tampoco pudo hablar con Suu Kyi en agosto durante la visita de seis días que efectuó al país asiático para intentar relanzar el diálogo entre el régimen militar y la oposición democrática.
La nueva Constitución birmana, aprobada en mayo, impide a Suu Kyi optar a la jefatura del Estado en los comicios que el Gobierno ha anunciado que celebrará en 2010 o en cualquiera otro.
La última vez que se celebraron elecciones en Birmania, en 1990, la LND de Suu Kyi obtuvo el 82 por ciento de los votos, pero los generales desacataron el resultado.
Terra Actualidad - EFE
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