20/10/10

La ONU expresa su preocupación por los presos políticos birmanos ante las elecciones


Naciones Unidas, 20 oct (EFE).- El relator especial de la ONU para Birmania, Tomás Ojea Quintana, pidió hoy a la junta militar del país asiático que, ante las próximas elecciones, liberen a todos los prisioneros de conciencia, incluida la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario desde 2003.

Subrayó que los presos políticos birmanos, que van desde líderes estudiantiles a monjes, miembros de partidos políticos, líderes étnicos, activistas comunitarios y particulares, "encarcelados por ejercer el derecho básico de expresar libremente su opinión o reunirse con otros tienen un papel por desempeñar en esas elecciones históricas".

El relator se dirigió hoy a la Asamblea General de la ONU para señalar que es "incierto el potencial de cambio y mejora de los derechos humanos" que tendrán esas elecciones que la dictadura militar asiática prevé celebrar el próximo 7 de noviembre.

Al presentar ante la Asamblea su informe sobre la situación de los derechos humanos en Birmania, subrayó que "la clave para llevar a cabo la transición es el cumplimiento de la justicia y de las responsabilidades".

Agregó que la reconciliación nacional requiere, además de poner fin a la impunidad, aceptar la asunción de responsabilidades.

"Hemos visto muchos casos en el mundo de transiciones incompletas en las que se ha sacrificado la justicia por la errónea noción de que ello llevará a la paz y la estabilidad", dijo el relator.

Agregó que "ahora es el momento de poner fin a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos que durante décadas se han producido en Birmania (Myanmar)", y que ello es responsabilidad del Gobierno birmano.

"El nuevo gobierno tendrá que elegir entre ser parte de la solución a la impunidad o perpetuar una situación en la que los derechos humanos son sistemáticamente negados", agregó Ojea Quintana.

El relator especial de la ONU pidió en junio pasado autorización a ese país para realizar una visita, pero se le negó con el argumento de que las autoridades estaban preparando el proceso electoral de noviembre, y en su lugar realizó una visita a las zonas fronterizas de las vecinas Indonesia y Tailandia en agosto.

"Los birmanos tienen un fuerte deseo de cambio, decidan participar en esas elecciones o rechazarlas por considerarlas inaceptables", dijo el experto, que consideró "decepcionantes" los preparativos del proceso electoral realizados a lo largo del año.

Ojea Quintana dijo a la Asambla que "está claro que el proceso es profundamente inconsistente. Las libertades de expresión y de reunión se han restringido aún más a través de las leyes electorales y de las directivas de la Comisión Electoral".

Agregó que la junta militar birmana no ha liberado a los prisioneros de conciencia y que los partidos y candidaturas políticas no respaldadas por el gobierno se encuentran con dificultades.

"Esta claro que el proceso no es incluyente. No sólo no permiten participar a los prisioneros de conciencia, sino que se ha excluido a algunos partidos étnicos y candidatos, y las elecciones se han cancelado en 300 pueblos alegando motivos de seguridad", agregó, al tiempo que expresó preocupación por las áreas fronterizas.

La pasada semana el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó también su profunda preocupación por la situación de la principal líder opositora Aung San Suu Kyi y de los otros presos políticos birmanos, al tiempo que urgió al Gobierno de ese país a superar las consecuencias del conflicto armado y el estancamiento político.

Ban consideró que en Birmania "aún persisten los múltiples desafíos en el área de los derechos humanos, la reconciliación nacional y el proceso de democratización" y pidió a las autoridades birmanas cumplir con el compromiso de que los próximos comicios sean "inclusivos, libres y justos".

Para el secretario general de la ONU esas elecciones representan "una prueba mayor sobre las perspectivas de paz, democracia y prosperidad en Birmania".

A principios de octubre los líderes de casi 50 países de Europa, Asia y Oceanía pidieron al régimen militar birmano la puesta en libertad de los opositores detenidos de cara a esos comicios.

Un total de 35 partidos políticos se presentan a las elecciones legislativas de noviembre, las primeras que celebrará Birmania tras más de dos décadas de férrea dictadura militar.

Aung San Suu Kyi terminará, el 13 de novimebre, de cumplir la condena de arresto domiciliario que se le impuso, aunque hasta el momento la Junta Militar no ha anunciado que la vaya a poner en libertad.

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