Ginebra, 17 mar (EFE).- El relator de la ONU para los derechos humanos en Birmania, Tomás Ojea Quintana, insistió hoy en que la junta militar que gobierna el país debe liberar "progresivamente" a todos los presos de conciencia, antes de las elecciones previstas de 2010.
Al presentar hoy su informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Ojea señaló que aunque se han dado algunos avances, con la liberación de varias decenas de estos presos en los últimos meses, todavía quedan encarcelados más de 2.100 presos de conciencia.
"Pido la progresiva liberación de todos lo presos de conciencia, cuando sabemos que hay más de 2.100 todavía detenidos, bien bajo arresto domiciliario o en prisiones remotas", señaló.
En su informe destaca que en septiembre de 2008 fueron liberados seis presos de conciencia y otros 29 el pasado febrero.
Pero recuerda que en mayo próximo hará seis años que cumple arresto domiciliario la líder del movimiento democrático Aung San Suu Kyi.
Ojea afirmó que ha tratado del caso de Suu Kyi con las autoridades birmanas en los dos viajes que ha efectuado en el último año al país y que "el ministro del Interior me explicó que el caso fue recibido por el primer ministro, quien ha instado a las autoridades competentes a examinarlo".
En cambio, Ojea destacó que el pasado febrero fue prorrogado un año más el arresto domiciliario de Tin Oo, vicepresidente de la Liga Nacional por la Democracia.
El relator espera que todos los presos de conciencia sean liberados antes de las elecciones de 2010, "para que puedan participar, bien votando o bien presentándose como candidatos".
En su informe al Consejo, el experto también expresa su preocupación por la situación de la minoría musulmana de Birmania, una población que no goza de ningún derecho ciudadano, no tiene libertad de movimientos y escaso acceso a la salud, educación y empleo.
Ojea pide a la junta birmana que se le reconozca a este grupo étnico los derechos ciudadanos.
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