ABC - La autora del informe, Lway Nway Hnoung, señaló que desde que el Ejército de Liberación del Estado Palaung firmó la paz, en 2005, las plantaciones de opio y su consumo han proliferado en la región septentrional del estado.
Los cuerpos de seguridad obligan a la población a pagar un impuesto especial para sufragar su presencia en la zona, lo que ha empujado a muchos agricultores a volver a cosechar opio, por ser el que más beneficios reporta, de acuerdo con el estudio.
"Mientras que continúe este régimen, la drogas seguirán envenenado a la gente de Birmania y la región", sentenció Lway Nway Hnoung. La ONU advirtió el mes pasado de que el cultivo de opio en Birmania se ha incrementado en un 50 por ciento desde 2006, hasta abarcar las 31.700 hectáreas e involucrar a más de un millón de personas.
Según Naciones Unidas, Birmania casi ha alcanzado el volumen que tenía a principios de la década pasada, cuando el país era el primer productor mundial de opio, un puesto que ahora ocupa Afganistán. Para producir un kilo de heroína son necesarios diez kilos de la resina que se extrae del cogollo de la planta denominada adormidera o amapola.
Birmania está sometida a una dictadura militar desde la asonada de 1962. EFE
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